Al enfrentarse a Skyfall, la vigésimo
tercera aventura de James Bond, los realizadores estaban muy conscientes del
hecho que el año 2012 coincide con el cincuenta aniversario de James Bond en el
cine. Estaban decididos a que esta nueva entrega de la franquicia
cinematográfica más longeva de la historia aportara todo lo que ha hecho que
Bond sea Bond: es decir trepidante acción, villanos que roban la escena, bellas
mujeres Bond, exteriores exóticos, un argumento fabuloso, el Aston Martin DB5…
y, por supuesto, el propio agente 007, interpretado por Daniel Craig. Pero una película Bond no es la colección de
piezas de un rompecabezas; la suma de estos elementos – como la ginebra y el
vermú, agitados, no removidos – sirven para apoyar la historia. En el caso de
Skyfall, el hombre que une todos los hilos es el ganador del Oscar® Sam Mendes.
“Sabía que Sam lo daría todo,” asegura Craig, quien encarna a Bond por vez
tercera en Skyfall. “Aporta todo su conocimiento de realización cinematográfica
pero además su conocimiento y cariño por Fleming y Bond.”
Aunque puede que Mendes sea más conocido por
dirigir una clase de película diferente, para él el alto entretenimiento y la
integridad artística no son excluyentes. “Yo mantengo mi propia relación
personal con Bond. Comenzó cuando tenía unos 9 o 10 años – cuando salió Vive y
deja morir,” explica el director. “Da la casualidad de que vivimos tiempos en
los que es posible hacer una gran, entretenida, glamurosa y escapista película
que además tiene algo que decir sobre el mundo en que vivimos. Con las
interpretaciones de Daniel en 007: Casino Royale y 007: Quantum of Solace,
James Bond aparece nuevamente como un hombre real en una situación real. Me
recordó a lo que sentí cuando veía las películas de Sean Connery.”
Para los productores Michael G. Wilson y
Bárbara Broccoli, el aniversario conlleva expectativas añadidas. “Es nuestro
cincuenta aniversario y la vigésima tercera película así que hay más presión
que nunca para hacer la mejor película Bond de todos los tiempos. Contamos con
un reparto extraordinario, un equipo técnico increíblemente dotado, y un guión
cargado de emoción,” adelanta Wilson.
Añade Broccoli que la relación y la historia
de Mendes con la película Bond le aporta un elemento personal desde el primer
momento. “Con su conocimiento y su historia se identifica con los espectadores
– sabe lo que funciona y lo que espera el público. Y francamente, es genial
verlo en el plató.”
A lo largo de estos 50 años ha sido
precisamente la familia Broccoli –primero Albert R. “Cubby” Broccoli y el socio
de éste, Harry Saltzman, y después los hijos de Cubby, Michael G. Wilson y
Bárbara Broccoli – quienes han sido los supervisores y cuidadores de la
franquicia cinematográfica de James Bond.
“Michael y Bárbara son extraordinarios porque trabajan muy bien en
equipo,” señala Mendes. “Bárbara tiene una asombrosa capacidad de hacer que las
personas sientan que ella conoce sus nombres y cuáles son sus preocupaciones y
si en algún momento se produce una crisis, ella es quien la solucionará.
Michael aporta una enorme cantidad de experiencia y sabiduría, unidas a su
dulce presencia en el plató – nunca intimida ni sermonea. Si tienes una idea y
te preguntas: ‘¿Lo ha hecho antes Bond?’ pregúntale a Michael – él tiene la
respuesta.”
Fue Craig, quien – con el apoyo de
Wilson y Broccoli – invitó a su amigo, Mendes, a dirigir la película. “Cuando
empezamos a hablarlo sentí una conexión con alguien que tenía el mismo
entusiasmo y respeto que sentía yo hacia las películas de Bond,” recuerda
Craig. “Y por supuesto, respeto profundamente a Sam como director. Le dije:
‘Esto va a ser una nueva experiencia para ti – te lo digo yo, porque yo he
hecho dos y fue una experiencia novedosa para mí. No hay nada que te pueda
preparar del todo.’”
SKYFALL da la bienvenida nuevamente a los guionistas
Neal Purvis y Robert Wade e incorpora al guionista ganador del Oscar® John
Logan a la familia escritora de Bond. Explica Logan: “Sam, Bárbara Broccoli, y
Michael Wilson me animaron mucho a hacer que el guión fuera tan único como
pudiera, haciendo uso de mis virtudes particulares como escritor. Al venir del
teatro, para mí lo importante es el personaje y el diálogo. Cuando repasas la
amplia trayectoria de Bond, emergen como un rayo cuestiones como grandes
momentos de diálogo, grandes momentos de interacción de personajes – sea Bond y
Goldfinger, Bond y Blofeld, o Bond y Vesper Lynd. Esas son las asombrosas
escenas que hacen que se te detenga el corazón porque esas son las cosas que no
te esperas en una película considerada de género.”
Claro que, para cada película individual de
Bond, es el director el que guía y moldea la película. Dice Mendes que se ha
sentido libre de imprimirle su propia seña a la legendaria franquicia. “Me han
dado muchísima libertad – y nunca me he sentido cohibido ni limitado por el
género ni la franquicia.” “En parte gracias a Daniel y Judi Dench, ya que los
conocía muy bien a los dos. Francamente me encantaría contar con ellos dos en
cualquier película que tuviera el placer de dirigir. Pero parte de ese
entusiasmo también se debe a la forma en la que los productores acogían nuevas
ideas sobre Bond y M y la franquicia en general.”
Dench vuelve por séptima vez como M, y
asegura que la relación que mantiene con Daniel Craig detrás de la cámara es un
reflejo de la relación entre M y Bond que se ha fraguado en las dos últimas
películas. “Bond y M son dos personas que trabajan muy bien juntas.
Evidentemente ella le tiene cariño y a menudo le han acusado de tener un trato
preferencial hacia él – pero ella también puede ser despiadada con él,” explica
la actriz. “Daniel y yo hemos forjado una buena amistad desde el primer momento
que trabajamos juntos, y ha ido creciendo ya que cada guión requiere un poco
más de los dos. Eso es así especialmente en Skyfall.”
Bárbara Broccoli explica que Skyfall explora
la relación entre Bond y M – tal vez más que cualquiera de las 22 entregas
anteriores. “Queríamos indagar en la relación entre Bond y M, porque supone la
relación más significativa que tiene él en su vida,” asegura la productora. “M
es la única persona que representa la autoridad en su vida. Contamos con dos
actores extraordinarios y pensamos: vayamos hasta el final. Funcionó de
maravilla. Es una historia muy emotiva.”
“Su relación se basa en el respeto mutuo,”
explica Craig. “Ambos saben que cada vez que llega la hora de la verdad, uno de
ellos tendrá que ceder – es difícil tener una relación afectuosa con una
persona bajo estas circunstancias. Pero a la misma vez – y Sam insistió en eso
– Bond siempre tuvo en mente que ahí hay algo más. Es algo que nunca muestra
pero la conexión está ahí – y como actor eso me entusiasma, jugar con una vida
que no puedes mostrar.”
El agente 007 se enfrenta a una peligrosa
aventura en Skyfall – una que hará temblar los cimientos de MI6 cuando la
agencia es atacada. Mendes dice que al dirigir las secuencias de acción, el
personaje tiene la misma importancia que los especialistas y la fotografía. “Si
no sientes nada por los personajes la acción no tiene sentido, no importa lo
buena que sea,” asegura el director. “Lo que hay que hacer es introducir a los
personajes en situaciones creíbles, tienes que hacer que sea prácticamente
imposible sobrevivir, y a continuación mostrar cómo salen de esa y sobreviven.
Ese es el reto.”
Javier Bardem interpreta a Silva, el hombre
que amenaza el MI6. El actor sabe cómo funcionan los personajes oscuros y
complejos, habiendo ganado el Oscar® por su papel como el inolvidable Anton
Chigurh en No es país para viejos. “Cuando leí el guión, la historia y las
posibilidades del personaje captaron de inmediato mi atención. Trabajar con Sam
Mendes y ser parte de este increíble reparto y equipo es maravilloso. No podía
decir que no ante una oportunidad así,” dice Bardem.
Mendes asegura que la clave para ser
un gran villano Bond es hallar cierto equilibrio. “La interpretación tenía que ser lo
suficientemente real pero también tener un punto de extravagancia,” explica el
director. “Los grandes – los Dr. Nos, las Rosa Klebbs, los Goldfinger – son un
poquito melodramáticos y sin embargo por ello dan más miedo. Para Silva, Javier
se permitió el lujo de ser juguetón y travieso pero nunca perdió el peligro, el
misterio, la extrañeza, la alteridad. Creo que ha hecho algo maravilloso.”
El público que sigue a Bond espera de
una película Bond grandes dosis de acción, y según explica Wilson, 50 años de
acción Bond representan un enorme reto a los realizadores: ¿qué puede hacer
Bond ahora que no haya hecho antes?
“Tenemos a un equipo increíble – entre ellos a Gary Powell (007: Quantum
of Solace, 007: Casino Royale), Chris Corbould (El caballero oscuro: la leyenda
renace, Origen, la séptima película de Bond), y Alexander Witt (X-Men; Primera
generación, 007: Casino Royale, El caso Bourne). Se juntan con Sam y formulan la secuencia más
emocionante e interesante que podamos idear sin dejar de contar la historia. Y
Daniel aporta muchísimo al diseño de la acción: él es quien la hace en
realidad. De hecho hace todo lo posible – creo que una de las razones por las
que la acción funciona tan bien es porque él sabe venderla. Esa es nuestra
única regla. Tiene que ser real.”
Y no hay película Bond sin un tema
Bond, y para los productores había una cantante que parecía ser la heredera del
siglo XXI del legado establecido en el último medio siglo por Shirley Bassey,
Tom Jones, Carly Simon, Paul McCartney, Nancy Sinatra, Madonna y muchos más.
“Queríamos a Adele y solamente a ella,” dice Bárbara Broccoli. “Llegó. Leyó el
guión y se lo tomó muy, muy en serio. Junto a Paul Epworth, ha escrito una
canción preciosa que cumple las expectativas en todos los sentidos y por
supuesto su voz es extraordinaria. Ha creado un tema Bond clásico. Es un sueño
hecho realidad contar con la participación de Adele.”
De www.archivo007.com
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